Está claro que los avances tecnológicos van a afectarnos y mucho, en el futuro. La pregunta es: ¿Cuán preparados estamos?
Seamos francos, nuestro sector no ostenta a día de hoy la buena fama y nombre que se merece y ello nos lleva a tener que ser valientes primeramente para escoger la profesión y posteriormente para no decaer ante las primeras objeciones de los propietarios.