Recuerdo que hace algún tiempo leyendo un libro relativo a la historia de un gran banco español, el director general envió una comunicación a todos sus directivos indicando las prioridades de la entidad para el próximo año. Curiosamente no hablaba de la venta de fondos, ni tampoco de la política crediticia, hablaba de la línea de gestión de personal que debe de imperar en toda la empresa. Aunque sin pretenderlo en ese momento, comenzó el gran cambio de los recursos humanos no solo en la entidad, sino también en las empresas de este país.
Se daba inicio a lo que se podría denominar un nuevo sistema de gestión en la empresa que sobrepasa el detalle del mundo del día a día.