Pero no, no me refiero al tan socorrido tema que sacamos en los ascensores, o cuando nos cruzamos con un conocido con el que no sabemos de qué rayos hablar. Conste que lo mucho o poco que tarda en salir el tema meteorológico en una conversación de relleno, y quien lo saca a colación, es una excelente medida para saber en qué estado se encuentra una relación personal.
Hoy quiero hablar del otro tiempo, del de verdad, el que es más difícil de explicar; La “T” mayúscula de la fórmula matemática de nuestras vidas. Teniendo en cuenta su importancia, es curioso que sepamos tan poco sobre su naturaleza, así que ahí va una breve explicación de qué creemos que es a día de hoy.