
La emancipación juvenil en España: ¿misión imposible?
La edad de emancipación de los jóvenes españoles se retrasa, pero herramientas como los avales ICO y soluciones de financiación específicas pueden hacer que la compra de vivienda sea posible para ellos.
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El acceso a la vivienda ha sido históricamente un pilar fundamental del bienestar en España. Sin embargo, para los jóvenes, esta aspiración se ha convertido en un desafío cada vez mayor. La combinación de una oferta insuficiente, precios elevados, salarios estancados y dificultades en el acceso al crédito han convertido la compra de una vivienda en un objetivo difícil de alcanzar. Como consecuencia, la edad a la que se independizan los jóvenes sigue retrasándose año tras año.
En 2024, según Eurostat, la edad media de emancipación en España se situó en 30,4 años, lo que nos coloca como el cuarto país de la UE donde los jóvenes tardan más en independizarse.
Desde el sector financiero, somos conscientes del reto que esto supone y de la necesidad de ofrecer soluciones que faciliten el acceso a la vivienda sin comprometer la estabilidad futura de los jóvenes. En colaboración con la administración central y autonómica, las entidades financieras estamos impulsando nuevas fórmulas que permiten a los menores de 35 años acceder a la compra sin necesidad de ahorros previos, con plazos más largos y cuotas más asequibles.
Sin embargo, la clave para que estas soluciones sean realmente efectivas radica en la combinación de financiación responsable, educación financiera y una evaluación rigurosa de la capacidad de pago de cada cliente. Solo así podemos garantizar que la compra de una vivienda sea una oportunidad y no un riesgo innecesario.
Avales ICO: una solución clave para superar la barrera del ahorro
Uno de los mecanismos más destacados en este contexto son los avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO), impulsados en 2024. Gracias a esta iniciativa, los jóvenes pueden acceder a una hipoteca sin necesidad de contar con ahorros previos, ya que el ICO garantiza las cantidades financiadas que superen el 80% del valor de la vivienda.
Este sistema es especialmente útil en un mercado donde los precios se mantienen elevados y los ingresos de los jóvenes no crecen al mismo ritmo. La tradicional exigencia de aportar una entrada del 20% más gastos suponía una barrera infranqueable para muchos. Ahora, los avales ICO permiten que más jóvenes den el primer paso hacia la propiedad sin necesidad de años de ahorro previo.
No obstante, es importante recordar que estos avales no eliminan el estudio de solvencia. Las entidades adheridas a la iniciativa seguimos evaluando la capacidad de pago de los solicitantes para evitar situaciones de sobreendeudamiento.
Dobles garantías: el apoyo familiar como puente hacia la vivienda
Otra solución que ha ganado popularidad es la opción de las dobles garantías, donde la vivienda de un familiar —generalmente los padres— actúa como garantía adicional en la operación. Este mecanismo permite que jóvenes sin ahorros suficientes o sin un historial crediticio sólido accedan a un préstamo hipotecario con mejores condiciones.
Al reducir el riesgo para la entidad financiera, esta fórmula facilita no solo la compra de vivienda, sino también la obtención de tipos de interés más bajos y plazos más flexibles. Sin embargo, al igual que los avales ICO, implica una gran responsabilidad: los familiares que ponen su vivienda como garantía deben ser conscientes de que, en caso de impago, la entidad financiera podría recuperar cualquiera de las viviendas que actúan como garantía.
En cualquier caso, este mecanismo de doble garantía es más recomendable que el tradicional de los avales familiares, dado que la responsabilidad queda limitada al valor por el que responde la vivienda —o responsabilidad hipotecaria—, y no es ilimitada como en el caso de los avales.
Hipotecas al 100%: una herramienta útil si se usa con criterio.
La reaparición de hipotecas que financian el 100% del valor del inmueble ha sido otro de los cambios recientes en el mercado. Tradicionalmente, los bancos solo concedían préstamos de hasta el 80%, obligando a los compradores a aportar el 20% restante. Esto se convirtió en un obstáculo importante, ya que el alto coste del alquiler dificultaba el ahorro.
Hoy, las hipotecas al 100% permiten que jóvenes solventes, pero sin ahorros previos, puedan comprar una vivienda sin esperar años. Sin embargo, esta opción también conlleva riesgos: asumir una deuda tan elevada implica mayores intereses totales y una menor capacidad de maniobra en caso de cambios en la situación económica personal.
Por ello, es fundamental que quienes opten por esta alternativa analicen su capacidad de pago a largo plazo y eviten endeudarse por encima de sus posibilidades.
Hipotecas a 40 años: ventajas y desafíos
Ante el encarecimiento de la vivienda, algunas entidades han vuelto a ofrecer hipotecas con plazos de hasta 40 años. Esta medida reduce la cuota mensual y facilita el acceso a la propiedad, pero implica pagar más intereses a lo largo del tiempo.
Para los jóvenes, esta opción puede parecer atractiva, pero es importante valorar si comprometerse durante cuatro décadas es la mejor alternativa. En algunos casos, una hipoteca con menor plazo, aunque con una cuota más alta, podría ser una opción más eficiente para reducir el coste total del préstamo.
Además, la edad máxima para contratar estos productos suele estar en torno a los 35 años, lo que significa que no todos los jóvenes podrán acceder al plazo máximo disponible.
¿Tiene sentido recuperar incentivos fiscales para la compra de vivienda?
Más allá de las soluciones financieras, en los últimos años se ha debatido sobre la posibilidad de reintroducir incentivos fiscales que faciliten la compra de vivienda para los jóvenes.
Una de las propuestas más comentadas es la recuperación de la deducción por adquisición de vivienda habitual en el IRPF, eliminada en 2013. Esta medida ayudaría a aliviar la carga económica de quienes ya han comprado una vivienda, incentivando la compra frente al alquiler.
Otra alternativa es la reactivación de la cuenta ahorro vivienda, que permitía a los jóvenes ahorrar con beneficios fiscales para la compra de su primera vivienda. Su regreso podría ser una solución efectiva para aquellos que desean adquirir una propiedad, pero aún no han reunido el capital inicial necesario.
Más allá de la financiación: la importancia de aumentar la oferta de vivienda
Todas las medidas comentadas anteriormente inciden sobre un aumento de la demanda, por lo que el problema de fondo, lejos de resolverse, podría agravarse. De ahí la importancia de actuar sobre la oferta. La escasez de vivienda, tanto en venta como en alquiler, y el alto precio de los inmuebles sólo se resolverán aumentando la oferta pública de vivienda asequible y facilitando y agilizando la iniciativa privada de los promotores inmobiliarios.
Sin una estrategia que impulse la oferta, cualquier solución crediticia será solo un alivio temporal.
En España, la promoción de vivienda protegida ha sido insuficiente en las últimas décadas, lo que ha generado un mercado tensionado con precios al alza. Países como Austria han demostrado que una política de vivienda bien estructurada puede evitar crisis de accesibilidad como la que enfrentamos.
Un mayor impulso a la construcción de vivienda asequible, junto con incentivos fiscales y medidas para frenar la especulación, permitiría estabilizar los precios y facilitar el acceso a la propiedad, así como incentivar la salida al mercado de viviendas en alquiler.