Desde los tiempos antiguos hasta la actualidad, el contacto físico y emocional entre individuos ha sido un pilar en la formación de relaciones, la transmisión de conocimientos y el establecimiento de la identidad y la cultura.
En nuestro mundo, el inmobiliario, el contacto es lo más simple, pero no por ello lo menos importante. Cultivar los contactos para mantener relaciones sólidas es fundamental para los agentes inmobiliarios que deseen destacar en un mercado tan competitivo, cambiante y revuelto como el actual. Por eso en este artículo quiero hacerte reflexionar sobre la importancia de volver a lo simple. Trabajar los contactos “con tacto” es la clave para desarrollar tu carrera en este mundo