Cuando parece que todo está inventado ya en nuestro sector, surgen oportunidades de negocio que no nos planteamos desarrollar por estar tan completamente inmersos en el “intenso” mercado de la segunda mano, que no nos hacemos conscientes de ello. Se trata de la comercialización de suelo y promociones de obra nueva, una vía de negocio que podemos aprovechar, teniéndolo más al alcance de la mano de lo que parece y que, sin embargo, no somos conscientes de que es mucho más fácil de lo que nos podemos imaginar.
Y cuando digo suelo, la palabra ya nos inspira temor a lo desconocido, no me refiero a suelo para edificar solamente, sino a cualquier inmueble susceptible de poder hacer y reconvertir en una promoción inmobiliaria, incluso desde la reforma integral de 2 o 3 viviendas, como pueden ser una casa antigua para rehabilitar, un edificio abandonado para reformar, locales u oficinas antiguas que admiten cambio de uso a residencial, y por supuesto un pequeño suelo para levantar una promoción al uso.