Abrí mi primera oficina inmobiliaria 1996, como podéis imaginaros, todo lo que conocí fue un mercado en continuo crecimiento, hasta el año 2009, donde todo se paró de golpe y estalló la maldita burbuja, llegó la crisis.
Como en todas las crisis, en vez de compadecernos y tomar ansiolíticos, nos tuvimos que reinventar, o nos dedicábamos a otra cosa.