Yo también digo a mis clientes, sin llegar ni a la suela de la alpargata a Don Confucio, que la calidad del asesoramiento que ofrece un agente inmobiliario es directamente proporcional a sus conocimientos. Y lo creo firmemente. Y es que, en mi opinión, no es lo mismo formación que conocimiento.
Puedes andar “formándote” de curso en curso, los tienes de todos los tipos, y no interiorizar ni asimilar nada de lo que expongan, o puedes quedarte en casa y leer por tu cuenta y tenerle bien tomado el pulso al sector. Hay de todo en todas partes, ya se sabe.
¿Buenos formadores…?