El 80% de las transacciones de compraventa realizadas en España en 2021 fueron de viviendas de segunda mano. El parque inmobiliario español es antiguo e ineficiente desde el punto de vista energético, una circunstancia que cada vez lleva a más compradores a interesarse por reformar su nuevo hogar para mejorarlo en términos de confort y ahorro en el consumo de energía. Esta necesidad normalmente se plantea además en el momento de la compra.
La principal barrera para acometer estas reformas por parte de los nuevos propietarios es la falta de ahorros y que las soluciones tradicionales de financiación no se adaptan a sus necesidades.
En un estudio realizado por UCI sobre una muestra de propietarios que acaban de comprar una vivienda o están a punto de hacerlo, el 60% asegura que haría reformas para ganar en comodidad y mejorar la eficiencia energética de su vivienda, pero solo un 35% estaría dispuesto a solicitar un préstamo personal para realizar estas mejoras.
Pero hoy en día ya hay en el mercado soluciones que permiten financiar la compra y la reforma en un solo préstamo, en una sola hipoteca, sin tener que recurrir a un préstamo personal que conlleva un plazo de amortización más corto, un tipo de interés más elevado y por tanto unas cargas mensuales más altas, muchas veces inasumibles.
Además, estas fórmulas pueden llegar a suponer un importante ahorro en los 30 años de vigencia del crédito si la reforma se orienta a mejorar la eficiencia energética de la vivienda.
Hay condiciones financieras especiales cuando el 50% del presupuesto de reforma está destinado a mejoras de eficiencia energética.
Con esta solución el cliente se beneficia de un plazo más amplio para amortizar su reforma y de financiarla con tipos de interés hipotecarios, inferiores a los tipos de los préstamos personales.
Otras ventajas son, tener una única cuota mensual o la posibilidad de abonar solo los intereses hipotecarios mientras duran las obras.
Pero además, si el 50% del presupuesto de la reforma está destinado a la mejora de la eficiencia energética de la vivienda, podrá acceder a ventajas en sus condiciones financieras.
Todo esto unido al ahorro de consumo energético doméstico que logrará con la reforma hace que sea una solución inmejorable para el comprador de una vivienda de segunda mano que necesita una reforma para actualizarla y/o para mejorar la eficiencia energética,
Como hemos visto, a largo plazo, optar por una reforma que mejore la eficiencia de la vivienda supone un importante ahorro en el gasto doméstico si se mejora el aislamiento de la vivienda y se instalan sistemas de energía menos contaminantes o renovables en elementos de gran consumo como la calefacción. De media, la instalación de sistemas de calefacción basados en energías limpias y renovables permitiría al comprador ahorrar hasta 1.300 euros al año. Asimismo, la instalación durante la reforma de placas solares para el autoconsumo supondría reducir el gasto hasta 1.100 €/año.
Haciendo cuentas, los ahorros derivados del menor consumo energético podrían cubrir en buena parte el coste de la financiación adicional necesaria para realizar la reforma. En un momento en el que la sostenibilidad y la eficiencia está en boca de todos los españoles, las hipotecas con reforma son una gran baza para ayudar tanto a los bolsillos de los compradores como al planeta.
Con un asesoramiento específico se verá que el ahorro se multiplica. El presupuesto de reforma pasa de ser gasto a ser inversión en toda la parte correspondiente a mejora de la eficiencia, con los beneficios fiscales que ello comporta. Los tipos de interés hipotecarios son siempre más ventajosos que los de los créditos personales a los que había hasta ahora que recurrir. El ahorro a futuro en consumos acumulados, ya desde el primer año arrojará cifras muy interesantes y por último y no menos importante, las emisiones de CO2 se verán sustancialmente reducidas.
No olvidemos que el confort del hogar y los ambientes saludades forman parte de los criterios más valorados por el nuevo comprador postpandemia.
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