La importancia de transmitir confianza y seguridad
A pesar de que la profesión de inmobiliario está continuamente inmersa en operaciones donde se aplica el Derecho: contratos de arrendamientos, compraventas, arras, poderes de representación, responsabilidad civil, protección de los consumidores y usuarios, etc. La formación jurídica entre los agentes suele ser escasa o incluso a veces inexistente.
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Para ser agente inmobiliario en España no es obligatorio tener ninguna formación académica específica. La formación es voluntaria y cada agente decide libremente sobre qué materia o materias formarse. Cuando un agente inmobiliario decide cursar una formación para empezar a ejercer la profesión o para mejorar sus servicios, normalmente suele escoger de forma preferente aquellas materias dirigidas a captar más vendedores, mejorar las técnicas de márqueting, la marca personal… y la parte jurídica, paradójicamente, es de las materias a las que menos se presta atención.
Si bien es cierto que los agentes inmobiliarios suelen tener juristas de confianza para plantear dudas o resolver los conflictos que puedan surgir, consideramos que un contenido mínimo de formación en Derecho debería ser obligatorio para todos los agentes.