Comprar, reformar y vender. Esos tres pasos conforman una tendencia inmobiliaria con la que se puede lograr hasta un 30% de rentabilidad invirtiendo en pisos antiguos. La pandemia ha impactado en los precios de venta por metro cuadrado, pero también ha propiciado un ahorro al que ahora muchos tratan de sacar provecho invirtiendo en vivienda. Y, dentro del mercado inmobiliario, reformar pisos en mal estado con la intención de revenderlos es un negocio en crecimiento que cada vez atrae el interés de más inversores.
“La rentabilidad se dispara cuando compras un piso, lo reformas y lo vendes. Se trata de una estrategia al alza”, dice Enric Jiménez, directivo de Property Buyers, una empresa que asesora a sus clientes a invertir en el mercado inmobiliario. Según el experto, toda la operación debe durar un máximo de seis meses y dejar entre un 15% y un 30% de margen bruto de beneficio.