Mi amigo Juan decidió aprovechar que su hermana quería reorientar su carrera profesional después de varios años trabajando en banca, para iniciar un negocio de gestión inmobiliaria. Me preguntó sobre la mejor manera de enfocar esa línea de negocio inédita para ellos, y en la que quería implicarse personalmente como inversor y copartícipe en la dirección estratégica. Por supuesto que me ofrecí a responder a sus preguntas desde mi conocimiento del sector inmobiliario, adquirido a lo largo de varias décadas de especialización en marketing orientado primero a la comercialización de obra nueva, y después a la segunda mano, en este caso tanto para Agencias independientes como para Redes multioficina bajo una marca franquiciada o simplemente compartida.
Lo primero que le sugerí es que tenía que abandonar la idea de que es un negocio en el que no existen barreras de entrada.