Michael Ackerman es un agente inmobiliario que empezó a trabajar con compradores en 1993 y desde entonces ha mantenido una media de más de 40 ventas al año. Su secreto es garantizar una experiencia de cliente espectacular: para Michael, sus clientes deben recordar el proceso de compra de la vivienda, desde los primeros pasos hasta la firma y la mudanza, como un proceso emocionante y satisfactorio, sin estrés ni agobios. Su secreto: una comunicación clara, una escucha atenta, y promesas que se cumplen.
“La primera entrevista es fundamental. Desde el principio les digo que no solo quiero que acaben comprando la casa perfecta, desde el punto de vista económico y el emocional también, sino que quiero que sigan todo el proceso como si fueran expertos, como si lo hicieran habitualmente, sintiéndose seguros, con confianza y disfrutando… que sea una gran experiencia”. Para eso hay que darles un pequeño curso explicándoles con todo detalle el proceso, las dificultades que encontrarán y cómo les ayudaremos a enfrentarlas.