TRATO TRANSPARENTE Y CONFIABLE
Antes de presentar al cliente la nota de encargo de mediación inmobiliaria para que la firme nos habremos asegurado de que la entiende en todos sus puntos
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En este mundo cada vez más globalizado, tecnificado e interconectado, pareciera que el trato personalizado está de capa caída, que tiene introducido un chip de obsolescencia programada. Sin embargo, eso podría aplicarse a otros mundos mercantiles y no me incluyan en esa galaxia al del sector de la intermediación inmobiliaria. Eso no implica que seamos dinosaurios, como nos representan las voraces e incluso a veces temerarias inmobiliarias on line. Simplemente, sabemos a ciencia cierta y estamos especialmente afianzados en la idea de que un trato se cierra entre personas y, si es posible, mirándose a la cara. Y entre esas miradas, debe estar la del agente o los agentes mediadores, si es que hay uno por cada parte interviniente. No podemos olvidar que estamos hablando de una de las compras más importantes que una persona hace en su vida, su vivienda o su local de negocio, no de mercadear con objetos usados o adquirir un vestido o unos zapatos.
El trato personalizado, debe partir de la premisa de la trasparencia, la confianza y la fiabilidad. Bien lo saben los que trabajan con referidos. Y eso nos lleva al inicio de la relación con el vendedor, desde el primer momento que entra en nuestra oficina. No solo debemos captar su inmueble sino también su confianza. Y debemos empezar por la nota de encargo. Firmar un encargo para vender nada menos que una casa, on line, resulta de todo punto temerario e improcedente. Al cliente hay que explicarle en persona lo que no entienda, lo que le genere dudas, lo que le suscite todo tipo de recelos. Permitan que les cuente.