Empecé a trabajar en el sector inmobiliario por casualidad, sin saber lo apasionante que es esta profesión.
Jamás sospeché que terminaría dedicándome al sector inmobiliario. Era una profesión que desconocía completamente y no percibía su utilidad. Debo reconocer que era de las que pensaban que los inmobiliarios eran unos piratas que cobran mucho por abrir una puerta.