Damos mucha importancia, que la tiene, y dedicamos horas y horas, al marketing y redes sociales, a la captación y retención del talento, así como a la propia exclusiva, pero en esencia, si no hay una buena tasación inmobiliaria, ¿de qué sirve todo ese trabajo?
Ya en el antiguo Egipto, se hacía una previsión de las cosechas en función del caudal del Nilo, expresado en “Nilómetros”, y según estos, se debía pagar tributos al faraón. Con el desarrollo de las ciudades, la valoración inmobiliaria adquirió mayor importancia, pero habría que analizar hasta qué punto los inmobiliarios hemos profundizado nuestro conocimiento técnico para defender nuestro criterio profesional frente a los propietarios de un inmueble.