El cuerpo humano necesita ingerir alimentos para sobrevivir. Esos alimentos son los que nos dan la energía para mover nuestros músculos y para poder pensar. Si no nos alimentáramos, no seríamos capaces de llevar a cabo ninguna actividad de provecho, nos iríamos debilitando y al cabo de unos días, seguramente semanas, no podríamos salir siquiera de nuestra casa, de nuestra cama. Alimentarse es importante. Imprescindible. Hasta ahí estamos de acuerdo. Seguro que sí.
Muchas veces pienso en la formación continuada como ese alimento que nos nutre, que nos da vigor, que despeja nuestra mente, que nos allana el camino a la comprensión de nuestro entorno, como algo absoluta y estrictamente necesario para operar en este sector tan complejo.