Cuentan los veteranos del lugar, cual leyenda, que hace 15 años hablar de formación inmobiliaria era lo más cercano a describir esas escenas que tantas veces hemos visto de poblados del oeste, en las que el viento levantaba la arena y algún que otro estepicursor se paseaba en medio de una calle desierta bajo un calor de castigo y donde uno o dos pistoleros marcaban con su duelo el destino de los acontecimientos del pueblo que, atemorizado, miraba por la ventana.
Pero, como viene siendo habitual, el sector inmobiliario no se está quieto, no es conformista, no acepta la imposición de metodologías únicas ni de gurús con fórmulas mágicas que prometen mucho a cambio de poco esfuerzo. El sector está vivo y es diverso, y eso lo hace precioso, único y fuente de debate continuo.