¿Quién no ha pensado alguna vez qué pasaría si, de pronto, se convirtiese en el beneficiario de una herencia? En las películas nos lo presentan como algo fabuloso. De repente, pasas a ser el propietario de los bienes de otra persona y, siempre según el cine, desaparecen todos los problemas económicos del protagonista.
Pero ¿Qué pasa si entre esos bienes que forman parte de la herencia hay una vivienda? ¿Y si esa vivienda está gravada con una hipoteca? ¿Se extingue la hipoteca? ¿Tengo que seguir pagándola? ¿Qué opciones tengo?