Estamos viviendo una situación excepcional y sin precedentes en la historia reciente, en la que predecir el futuro – basándonos en la interpretación y descodificación de la información disponible – requiere una reflexión muy prudente. Sin embargo, somos conscientes de que las transformaciones comportamentales de las personas y los cambios en las tendencias estructurales y culturales serán siempre progresivos.
No obstante, la situación actual pone de relieve la importancia de nuevos objetivos y mediciones en la sociedad que deben alinearse, o prevalecer, respecto al habitual objetivo superior de crecimiento económico, y que pasan por la calidad de vida de la población, la sostenibilidad medioambiental y las demandas básicas de la sociedad.