Portales inmobiliarios y clientes duales

No vamos a descubrir nada nuevo si decimos que el cliente es el eje sobre el que gira toda la empresa. Todo lo demás es secundario, desde los proveedores hasta la administración. Esta figura es la razón que explica cualquier paso adelante porque es lo que mantiene a las firmas alerta. Las necesidades de quién compra nuestros productos o contrata nuestros servicios marcan las estrategias presentes y futuras. Cualquier nueva implementación tiene como objetivo captar y fidelizar como pilares, los únicos que son capaces de aumentar el beneficio y generar recomendaciones. Ante el cliente es imprescindible estar siempre disponible, con buena cara y ganas de ayudar a que su experiencia sea la más satisfactoria posible. Se trata de gestionar cualquier incidencia con un alto nivel de eficiencia. De este modo, evitaremos que una duda se convierta en una reclamación y la percepción que tenga el público de nosotros se vea malograda.

En el sector inmobiliario, el cliente por excelencia es el comprador. El perfil del mismo se ha visto modificado por los años de crisis, dejando la inseguridad atrás. Estamos ante un público informado, que es plenamente consciente de su presupuesto y de su solvencia, que tiene acceso a datos actualizados sobre precios de mercado, que estudia detenidamente las cláusulas que firma cuando se le concede una hipoteca, que sabe lo que tiene que preguntar cuando visita un inmueble en venta o revisa los planos de una promoción. Por si esto fuera poco, no solo ha cambiado el modo que tiene el comprador de enfrentarse a la búsqueda de una vivienda, sino también el medio. La predilección del usuario por los dispositivos móviles urge a las empresas del sector a transformarse, apostar por el entorno digital y estar al día de las últimas tecnologías y herramientas.

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