Se confirman los presagios de un año más con bajo inventario: llegan compradores e inquilinos a nuestras agencias y el stock disponible es insuficiente para abastecer sus necesidades, o bien tiene precios inaccesibles para ellos. Esta situación no es solo de España, se extiende a muchos países y se presenta como una gran crisis habitacional. La labor del agente se vuelve más compleja aún, ante un propietario empoderado y un comprador temeroso de perder la propiedad, o bien un comprador incapaz de alcanzar con su presupuesto la vivienda que desea. El agente, como coach del cliente, tiene una misión, y es conducirlo por el camino hacia otra tipología o bien otra zona donde sí se acerquen las viviendas a esos valores que puede pagar. En este caso, se pone de manifiesto la necesidad de colaborar con compañeros para servir mejor.
¿Qué podemos hacer desde nuestras oficinas para incrementar la oferta? Hay acciones eficaces para crear oferta; de ellas hablaremos en Inmociónate. La creación de oferta que podemos realizar no alcanzará, sin embargo, a cubrir el déficit de propiedades que precisa nuestro país. Tras más de un decenio de baja actividad promotora, de difícil financiación y de compleja burocracia, la falta de viviendas puede ser un freno al crecimiento económico. Porque Real Estate es todo: las naves industriales, las oficinas, los locales y, por último, los hogares. Todo cuanto nos rodea es inmobiliario, y si no se ayuda a un sector fundamental para que los otros funcionen, llegamos donde estamos ahora. Sin casas, las familias no se crean, no crecen, no llegan nuevas. Sin un mercado de alquiler, no llegan a nuestro país emprendedores que crean riqueza y empiezan alquilando. No hay movilidad necesaria para las empresas, ni posibilidad de estudiar para aquellos que viven en zonas rurales, porque las viviendas están caras o, simplemente, no hay. Ahora bien, ¿limitar precios y descompensar el equilibrio entre contratantes está siendo eficaz? Los datos dicen que no, y la retirada del mercado de viviendas es evidente. Luego, la legislación que provoca lo contrario de lo deseado por todos merece una reconsideración.
Regresamos de Sellabration con una visión de un futuro muy posible, con tendencias claras que no van a cambiar. Hablo de la cada vez más extendida práctica de servicios específicos al comprador, donde la certificación ABR se hace una herramienta muy valiosa. ¡Espero que disfrutéis de Inmociónate25!
