Parece que todo lo que no ha llovido en agosto se traslada al mercado a partir de este septiembre. Estoy en varios círculos de información y percibo sensación de amenaza e incluso miedo sobre lo que se avecina, como si viéramos un tsunami que se acerca y solo dispusiéramos de una tabla de surf para negociarlo y salir airosos. De eso quería hablaros yo hoy, de eso y de la tabla de surf, y no, no me he vuelto loco. Porque ahora podría deciros que la economía es ciclica, que ya sabemos que esto va de mejores momentos y no tan buenos, que crecer de forma indefinida es imposible y un largo bla, bla, bla, que no me toca explicar a mí, ni creo que sea el adecuado para hacerlo. Pero de la tabla de surf para sortear las olas… de eso sí que me ocupo y nos ocupamos desde SIRA.
Una de nuestras obligaciones es trabajar a 6 meses/12 meses vista, es decir en febrero de un año normal nosotros ya estamos pensando en el post verano en cuanto a qué necesidades debemos cubrir para nuestros exigentes alumnos. Nosotros somos los que nos dedicamos a pensar en cómo va a ser la ola para elaborar una buena tabla para nuestros surfistas del mercado y este año no ha sido una excepción.