Hoy en día son muchos los profesionales del sector los que consideran que la formación continua y el desarrollo profesional son necesarios para adaptarse a los cambios que se van produciendo en el mercado inmobiliario y ofrecer a sus clientes un servicio de calidad. Sin embargo, la realidad es que un gran porcentaje de los asesores y gerentes, tras su participación en un curso, no suelen elaborar un plan de acción que les permita aplicar esos conocimientos y habilidades.
¿Qué objetivo nos marcamos al haber asistido a una formación? ¿Qué es lo que vamos a aplicar en un primer momento? ¿Cómo mediremos qué vamos por el camino correcto? ¿Cuáles son las medidas correctivas que tenemos en consideración si nos vamos desviando de nuestra meta?