Todo apunta a que este año va a ser un año de transición. Los siete años de vacas gordas (de 2015 a 2022, ambos incluidos) que siguieron a siete años de vacas flacas (de 2008 a 2014) están a punto de terminar, y puede ser un buen momento para hacer una pausa y establecer las bases para un negocio más diversificado y estable. El reto es investigar lo que funciona en el mercado y desarrollar tus propias soluciones innovadoras. Eso es el I+D+I inmobiliario. Pero ¿cuáles son los focos a los que deberías prestar atención a la hora de crear tu propia estrategia I+D+I? En este artículo te proporciono un marco referencial para que lo pienses.
En primer lugar está la tecnología. Los CRM están plenamente incorporados al negocio inmobiliario, con un cierto estancamiento en nuestro país debido a posición casi monopolística de INMOVILLA, recientemente adquirido por IDEALISTA, en una operación comprensible empresarialmente, pero que reduce aún más la competencia. Tras el CRM, las herramientas más utilizadas en nuestra industria son las de valoración automática o big data, con funcionalidades adicionales como la de facilitar las ofertas de particulares que se publican en el mercado.
Más allá de eso, tenemos la automatización de procesos de marketing, tanto de producción y difusión de contenidos como de maduración. Si aún no cuentas con las herramientas disponibles en el mercado para digitalizar tu negocio, este año es el ideal para hacerlo, gracias a los Fondos Europeos Next Generation mediante el programa Kit Digital, al que me referí extensamente en el nº 66 de esta misma revista.