Un nuevo año es una oportunidad para incluir nuevos compromisos a nuestras vidas, quien más quien menos tiene propósitos que lleva postergando tiempo y que pesan ahí como una losa de cosas pendientes, que queremos hacer y que al final dejamos de lado.
Entre esos propósitos personales clásicos, como aprender inglés, apuntarme al gimnasio, comer mejor… seguro que también hay propósitos profesionales ahí pendientes y que no acabamos de acometer.
Por ejemplo, “tengo que mejorar mi presencia en internet, si yo lo sé, pero no tengo tiempo…” “tengo que pararme un rato y escribir mis procesos, … Si lo sé, pero no tengo tiempo…”, “tengo que enviar a mis equipos a más formaciones… Si lo sé”. Este último es mi cuña publicitaria, permitídmela, gracias.
Todos hemos aprendido a marchas forzadas en los últimos meses que lo digital nos ha salvado la vida. ¿Qué habría sido esto sin Zoom, sin Teams, sin Video llamadas, sin compras en internet, sin banca electrónica… Netflix… os imagináis? Las graves consecuencias del Covid-19 se habrían multiplicado sin las tecnologías que nos han permitido estar en contacto y con cierta actividad durante estos meses.
Quiero remarcar la importancia que ha tomado “lo digital”, “lo virtual” en solo unos meses. Aprovechemos este cambio para mejorar. Pretendo animaros a digitalizar todo lo que podáis de vuestra actividad, pensad qué parte de vuestros procesos es posible mejorar con las tecnologías, sin prejuicios, sin pensar en que no es posible, que yo soy más de… y que un robot nos va a sustituir. Sino pensando que un robot o varios, trabajarán para nosotros. Es evidente que un humano siempre entenderá mejor a otro humano, al menos por el momento, ahora bien, cada día salen al mercado tecnologías que nos hacen más eficaces y por tanto mejores para nuestros clientes.
Un ejemplo que os quiero poner de digitalización es ver cómo ha cambiado el “kit de agente inmobiliario” que en los años 90 se usaba, a saber, cámara de fotos, cámara de vídeo, agenda de papel, callejero, listado de contactos, metro, fichero de clientes, linterna, teléfono Nokia, calculadora… Todo eso y mucha más ahora está en vuestro smartphone. Es una digitalización suave a la que hemos llegado en apenas 15 años. ¿Qué nos espera en los próximos?
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