Larry Kendall fue el que investigó y enseñó las técnicas Ninja en el sector inmobiliario. Propietario de la empresa The Group, una pequeña inmobiliario en Fort Collins, en la zona de las estaciones de esquí de Colorado, Larry se dio cuenta de que uno de sus agentes de forma muy discreta tenía las mejores cifras de ventas año tras año.
Era un agente que hablaba poco, muy reservado, iba poco por la oficina, hacía muchas cosas además de su trabajo… Pasaba desapercibido, pero era letal, y sus compañeros le llamaban el Ninja.