Imagina tu cartera de viviendas en los próximos cinco años. ¿Crees que la obra nueva representará un mayor porcentaje que la segunda mano? ¿intermediarás muchas propiedades consideradas Smart Home? Quizá en 2025 tu stock de inmuebles no sea muy diferente al que tienes hoy, pero ¿qué piensas si te digo que tú tienes el poder de cambiarlo? ¿Cómo? Convirtiéndote en un agente comprometido con la sostenibilidad.
Más de 4 de cada 5 inmuebles en nuestro país cuentan con una certificación energética E o G, la peor posible. No es de extrañar, teniendo en cuenta que más de la mitad de los edificios de viviendas se construyeron antes de 1980. Por si solos estos datos no nos dicen nada, pero se traducen en un derroche de más de 12.000 millones de euros, la cantidad que pierden al año alrededor de 26.000 millones de viviendas, debido a un aislamiento térmico deficiente o a un mal estado de conservación.
Además del derroche económico, esta situación repercute en la calidad de vida y la salud de sus habitantes o futuros propietarios y también, cómo no, en el medio ambiente, ya que la vivienda es la tercera causa de emisiones de CO2 por detrás del transporte y la industria.
Modificar tu cartera de viviendas pasa por hacerla más sostenible, un compromiso que se ha convertido en una prioridad en nuestro país, pero que aún desconocen una gran mayoría de los propietarios actuales y futuros de viviendas. Así lo refleja la VIII edición del Barómetro Inmobiliario que realizan UCI y SIRA, que ha puesto de manifiesto que solo un 16% de los compradores de vivienda se interesa por la eficiencia energética.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno refleja la estrategia española para canalizar los llamados fondos Next Generation EU, una iniciativa por la que España recibirá hasta 6.820 millones de euros para la rehabilitación de viviendas. Este acuerdo tendrá un impacto considerable sobre el sector inmobiliario, ya que uno de los objetivos principales de la UE consiste en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% en 2030, respecto a los niveles de 1990. Está claro que la renovación del parque de edificios europeo será clave para lograr este objetivo climático.
Este plan destinará una importante partida para la renovación de edificios de viviendas, sobre todo de la envolvente, que es una de las vías de escape energético más habituales y se soluciona con la reforma de cubiertas, que ayuda a ahorrar hasta un 35% de energía. Este mismo ahorro se consigue con la instalación de cámaras de aire o el sistema SATE para lograr el aislamiento térmico exterior del conjunto del edificio.
En los hogares de particulares, las reformas para mejorar la eficiencia energética se traducen también en mejorar el aislamiento, -por ejemplo, con el cambio de ventanas y puertas-, apostar por sistemas de calefacción e iluminación eficientes o por el uso de fuentes de energía renovables.
Las reformas para mejorar la eficiencia energética
juegan un papel clave en la consecución del objetivo
de remisión del C02.
Lograr el objetivo de sostenibilidad y cumplir con la meta de descarbonización de las ciudades en 2050 dependerá de gran número de factores.
Uno de ellos es la escasez de mano de obra para acometer estas reformas, que supondrán una oportunidad para muchas personas, debido a que se estima la creación de 40.000 empleos alrededor del sector de las reformas.
Agilizar la burocracia administrativa y eliminar barreras de acceso a la financiación es otro de los retos para nuestro país. Además, no podemos olvidar que en la rehabilitación de inmuebles intervienen una gran cantidad de actores (propietarios, administración pública, constructores, entidades financieras…) y es clave contar con un solo canal o figura que articule el proceso de rehabilitación, desde los aspectos técnicos a las gestiones administrativas y financieras.
Y si hay un factor esencial es resolver el problema del desconocimiento. Aquí es donde tú, como profesional inmobiliario, puedes ser un verdadero agente del cambio ofreciendo a tus clientes una mirada que ponga en valor la importancia de vivir en un hogar sostenible, no solo por eficiencia, revalorización del inmueble, ahorro o confort, sino también por salud.
El gran reto de una buena gestión y canalización de estos fondos es lograr el equilibrio entre un sistema de ejecución rápido y ágil, sin renunciar a controles y garantías. Para lograrlo, entidades públicas y privadas tenemos que trabajar de forma conjunta y hacer una importante labor de concienciación entre los españoles para que la sostenibilidad deje de ser la gran olvidada.
Si queremos ser un país más sostenible, cuidar nuestro planeta y vivir en casas donde el bienestar y el confort estén garantizados es el momento de dar un paso al frente y apostar por el hogar más grande que puedas imaginar tener en tu agencia, el mundo en que vivimos. Y es que el poder para cambiar tu cartera de viviendas se llama Modo Green. ¿Te apuntas?
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